Hace ya tiempo publiqué mi ensayo Filosofía y poesía. El Logos recobrado . En él realicé un excursus filosófico para la reconstrucción de la confianza en la sabiduría poética. Era un intento por recuperar el logos doxatos de los sentidos y dar relevancia a las llamadas formas corporales perceptivas que proceden de la sensibilidad, de la imaginación, la memoria y la fantasía. Hoy, muchas décadas después, este tipo de logos ha vuelto a salir a la palestra del pensamiento con nombres como el de la filósofa María Zambrano de cuya obra soy también ferviente lectora y estudiosa.
Sin embargo mis inicios estuvieron vinculados con la investigación de la obra de Giambattista Vico y al círculo viquiano que se formó en torno a la Revista Cuadernos sobre Vico de la Universidad de Sevilla. El libro fue publicado por la Institució Alfons El Magnànim en 1988 y puede consultarse íntegro en este enlace :
https://es.scribd.com/doc/134212071/Zacares-Amparo-Filosofia-y-Poesia
Fue este filósofo quien en el siglo XVIII reconstruyó la progresiva confianza en los recursos poéticos del lenguaje y en los esquemas dilucidadores del arte. Fue él quien conectó corpus y humanitas, quien presentó la poesía como el primer marco gnoseológico y hermenéutico de la humanidad, quien habló de un pensar autónomo que procedía de la sensibilidad y del cuerpo. Un pensar que podía entenderse dentro de un discurso histórico y antropológico de corte filogenético. Con ello señaló el primado estético del pensamiento sobre el pensamiento lógico y racional. En su forma de indagar en la mente y en el lenguaje del poeta se sitúa la estética como disciplina filosófica que originariamente trató de cuestiones relacionadas con la pregunta sobre qué tipo de conocimiento pueden ofrecer la memoria, la imaginación y la sentidos. Es esta manera de entender la estética como una teoría general de la sensibilidad la que se expone en este libro que, a pesar del tiempo transcurrido desde su publicación, sigue manteniendo a mi parecer toda su actualidad.